Tomás José Sanabria arquitecto

Gracias a la insistencia y generosidad de nuestro querido Jesús Yepez y su equipo de la revista entre rayas, hoy vuelvo aprovechar la oportunidad de compartir con ustedes la vida y obra del arquitecto Tomás José Sanabria, mi padre, socio y amigo.

Comenzaré pidiéndoles disculpas por mi pobre pluma, pero creo que sabrán perdonarme por hacerlos cómplices del inmenso amor y respeto que sintió papá por nuestra ciudad, su gente y el ambiente que nos rodea. ¡Hombre curioso y humano a más no poder!

Revisando material para decidir de qué manera llevar con coherencia estos próximos artículos, encontré un texto que preparó papá en abril del 2004 para el Proyecto Editorial que coordinaba el decano Arq. Azier Calvo para la FAU-UCV. De esta lectura pude sacar puntos que expresan claramente su filosofía. Cada uno de ellos es factible referirlo y relacionarlo con proyectos o planteamientos que nos transmitirán el compromiso humano, arquitectónico y urbano que lo motivaban. En las próximas revistas iremos ampliando y detallando cada planteamiento y proyecto.

 

Siempre he creído y señalado que, en los primeros años de formación de un arquitecto, la psicología debe ser materia radical a fin de brindarle al profesional las herramientas que le permitan conocer y entender las necesidades de las personas para quien están trabajando. Es imperioso en la Facultad la forma de lograrlo. Urge dedicarle especial atención al futuro arquitecto sobre la importancia que tienen las relaciones del individuo con el ambiente social donde habita. TJS

Papá afirmaba que el Diseño no se puede enseñar, sino que lo llevas por dentro o no lo tienes. En cambio, a través de la psicología, puedes despertar en el futuro arquitecto el valor de escuchar, entender y respetar a los seres con quienes deberá interactuar. Todas esas personas y comunidad para la cual será entrenado a servir, mejorar sus espacios, hacerlos un poco más feliz. ¡Sanabria veía la arquitectura como un servicio social!

Debe inculcársele la necesidad prioritaria de respetar al ser humano. Ha de usar más su cabeza que sus manos pues la formación tiene que ser orientada no para el dibujo, sino para lidiar con las debilidades que el ser humano le plantee. ¡La función del arquitecto es meditar antes de proponer! TJS

Este fue su primer proyecto en Venezuela en 1947 cuando apenas tenía dos semanas de haber regresado de Boston. Contaba con 25 años de edad y su principal inquietud fue analizar la base tradicional de las casas típicas de Caracas de 1930 con el planteamiento que él se hacía para esta familia en una nueva zona como era el Este de la ciudad en 1950. El concepto que de allí surgió fue guía en cada proyecto a lo largo de su carrera.

Los arquitectos no somos artistas de una obra contemplativa, nuestra obligación es facilitarles a las personas cambios ambientales donde puedan experimentar una vida mejor. TJS

Cuando le proponen a Sanabria en 1967 que diseñara el edificio sede y talleres para el Centro de Formación y Educación del INCE, su primera reacción fue pensar en cómo este instituto podría influenciar de manera positiva en el entorno urbano y de qué manera la gente se sentiría atraída en caminar hacia allí para fomentar el crecimiento personal. Su propuesta fue basada hacia el peatón y los espacios públicos.

Las consideraciones sobre los aspectos inherentes al diseño aparecerán después que el arquitecto haya entendido, quien es y cuál es su papel frente a los demás. TJS

Papá disfrutó mucho al proyectar esta fábrica en 1959. Como piloto le solicitaron que colaborara en la selección de un terreno entre varios en la zona pre estudiados por la empresa. Pensar en el calor típico del sector, la cercanía con el pueblo para facilitar el transporte de los obreros fue directamente proporcional a escoger el terreno con grandes samanes, los cuales formaron parte esencial en el diseño.

La arquitectura no es solo para disfrutar lo mismo que siente un artista al crear su obra de arte, la cual una vez terminada no se vuelve a tocar. ¡El arquitecto debe contribuir a optimizar la calidad de vida del usuario en todo momento y muchas veces sufrir por los cambios que se hacen a esa obra viva! TJS

Sanabria fue contactado en 1959 para que proyectara 10 viviendas en este sector en pleno desarrollo. Al visitar, estudiar el lote y su entorno, papá propuso más bien crear un hito urbano que significara valorar de manera distinta y generosa ese espacio entre el Country Club y Chacao a fin de evitar el deterioro que se estaba comenzando a percibir. Fue aceptada la idea y el espacio se convirtió en un oasis para peatones y usuarios, con bella vista hacia El Ávila. Se mantuvo así durante años, hasta que la ambición de lucro superó el valor de la calidad ambiental.

El diseño no se puede enseñar, podemos orientar a observar y a relacionar situaciones, para que luego, con el tiempo y la experiencia, nos ayuden a tener seguridad al analizar lo que fue dispuesto. El grado de excelencia es una aptitud nata, se lleva por dentro. TJS

En 1960, el Banco Central de Venezuela contacta a Sanabria para solicitarle que diseñara la nueva sede del banco con gran apariencia, tipo capitolio, y majestuosas escalinatas (maqueta A). Se vivía una gran tensión macroeconómica en el país por lo que eran muy esporádicas las reuniones de la Directiva, tiempo que utilizó papá para estudiar el entorno y valores del sector. Ante el planteamiento más novedoso de Sanabria (maqueta B) algunos directores no estaban de acuerdo, pero poco a poco fueron entendiendo la oportunidad para la ciudad y sus históricas iglesias.

A todo nivel se vienen procesando intervenciones generalmente limitadas por los linderos de un terreno. De continuar con ese morbo, jamás nos sentiremos obligados a pensar en el entorno en la ciudad que es gran parte de nuestra responsabilidad. TJS

La ética ha de servirnos de recio molde en cualquier acto que tengamos que cumplir como profesionales. Es parte de la filosofía que trata de la moral y las obligaciones del hombre. La ética dicta la conducta de nuestra conciencia y solo concierne a nuestro fuero interno. TJS

Con demasiada frecuencia vemos como se cometen flagrantes delitos que deberían ser sancionados; sin embargo, suceden con la mayor naturalidad y aceptación de casi todos. Esto se debe también por falta de Gremio pues a pesar de tener títulos universitarios que nos acreditan como autores de conjuntos arquitectónicos y acciones en el campo de Diseño Urbano, no estamos representados frente a la comunidad, no contamos con casa propia ni un Colegio que nos represente. TJS

Es aberrante aceptar el término genérico de Arquitectura Internacional como si fuéramos parte de un mundo uniforme. ¿Qué es la Arquitectura Tropical? Es aquella que se aplica en la superficie del planeta entre las latitudes de CÁNCER y CAPRICORNIO (23˚27”) con rigurosa simetría al Norte y al Sur del Ecuador. La globalización ha servido para ampliar el conocimiento en la mayoría de las disciplinas, excepto en la Arquitectura Tropical. TJS

En el trópico tenemos condiciones muy expresas que nos exigen considerar la protección de las fachadas, no se puede jugar a que somos igual a cualquier país de zonas templadas. Un espacio público tropical ha de expresar también esa condición, si es demasiado abierto al sol será molesto y no provocará mantenerse en él. Solo en latitudes no tropicales vemos a la gente aprovechando el espacio abierto para tomar sol; en el trópico utilizamos las playas.

En las próximas ediciones de entre rayas, iremos desarrollando cada uno de estos conceptos relacionados a detalle con el proyecto o tesis. La idea es crear motivos de tertulia, discusión, aportes o propuestas y para ello, me encantaría recibir de ustedes las preguntas o planteamientos que consideren pertinentes.

Loly Sanabria
www.tomasjosesanabria.com
coleccionsanabria@gmail.com

Fotografías:
Archivo Colección Sanabria

Publicado en la revista entre rayas No. 122, meses noviembre-diciembre 2017.

4 thoughts on “Tomás José Sanabria arquitecto

  1. Es agradable leer cada parrafo del articulo ya que la arquitectura y la planificacion urbana son muy inportantes tomando en cuenta lo social..

  2. En primer lugar deseo felicitar a Ud, Sra Sanabria y a la revista Entre Rayas por esta iniciativa de poner al alcance de la mayoría un material tan importante como el producido por el Arq Sanabria a lo largo de una larga y productiva vida profesional. No solamente por el contenido sino también por el orden y clasificación de obras e información que la sustenta.
    Así como esto debe ser una cátedra de diseño para las generaciones que no han tenido oportunidad de conocer a fondo la obra de este arquitecto, que junto con Villanueva y Cipriano Dominguez, creo son los mejores del siglo XX de nuestro país y comparables a los mejores arquitectos del mundo en ese momento, se debería implementar una cátedra en las Universidades del país, en todas, donde se inculque, si no una “escuela Sanabria” si un enfoque de esa “arquitectura tropical” por la que tanto abogaron Sanabria y Villanueva, alejándonos de esos modelos “internacionales” que hoy en día hacen tan insulsa y previsible la arquitectura en nuestro país, copia y producto de esa arquitectura paramétrica desarrollada más en la facilidad o “facilismo” que da un programa de diseño asistido por computadora que el análisis del entorno y el clima.
    Soy arquitecto UCV-1979, nunca tuve la oportunidad de ser alumno directo del arquitecto Sanabria pero ha sido un maestro durante mi ejercicio profesional para mi y muchos de mi generación.
    Sigan adelante que, en un país que está por reconstruirse, es necesario comenzarlo con las ideas claras antes de diseñarlo o invertir y este tipo de ejemplo es el que necesitamos para orientarnos hacia un nuevo despertar como país y como referencia arquitectónica nuevamente.
    Gracias por el aporte

    Ricardo Miguel Ángel Moreno, arquitecto

  3. Estimada Lolita, lo que aprecio más del Arquitecto Sanabria fué su calidad humana, sencillez, pasión y sabiduría, demostrada y probada en su extraordinaria hija que honra incansablemente a su Padre, Dios te Bendiga Mucho

  4. «Orgullo Nacional»
    Me gustan las caras de asombro de mis interlocutores, personas educadas que, amablemente, preguntan sobre Venezuela, dándome la oportunidad de alardear…
    Con una sonrisa, desenvaino mi teléfono y esgrimo fotos de Morrocoy, los tepuyes y las obras del maestro Sanabria. Me siento orgulloso, es como si yo tuviera algo que ver con esas maravillas. Me gustan las caras de asombro…

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