El concurso internacional de ensayos Acontecimientos Arquitectónicos surge con el objeto exponer y difundir obras en las cuales la arquitectura sea escrita, expresando desde diferentes puntos de vista forma, acción, espacio y técnica, conjugados en el tiempo para dar lugar a la obra arquitectónica. La intención es que por medio del ensayo se exprese una posición de la arquitectura entendida como un acontecimiento.

Esta cuarta edición del concurso abrió su convocatoria en el mes de julio de 2012 extendiéndose por Latinoamérica y Europa, obteniendo un total de 35 inscritos. Los ensayos fueron recibidos hasta el día 05 de octubre de 2012 y el jurado los evaluó manteniéndose en total secreto la identidad y procedencia de los autores. Se recibieron 19 ensayos provenientes de Venezuela, España, México, Colombia, Argentina, Ecuador, Estados Unidos, Chile, Puerto Rico, Peru.

El jurado estuvo conformado por:
Ariadna Cantís / Madrid.
Alejandro Hernández Gálvez / Ciudad de México
José Luis Uribe Ortíz / Talca

Luego de leer, evaluar y discutir los ensayos el jurado considera que ha sido importante la participación obtenida en el tiempo establecido por la convocatoria y reconoce a la vez el esfuerzo de cada uno de los concursantes por exponer y compartir sus reflexiones y posiciones con respecto a la arquitectura.

Dentro de los ensayos se lograron identificar buenas ideas e intenciones, sin embargo aún los mejores, deben trabajarse en diferentes aspectos para ser catalogados como destacables, sin embargo, el jurado consideró:

Declarar como primer premio el ensayo:
AA0014
Título: La evolución tipológica.
Autor: Gonzalo José López Garrido
País: Estados Unidos

A su vez, el jurado decidió otorgar mención especial a tres textos:
AA0021
Título: Encuentros sobre la marcha
Autor: Arantzazu Luzarraga Iturrioz
País: España

AA0023
Título: Equilibrio creativo en la memoria
Autor: Carlos Itriago
País: Venezuela

AA0028
Título: Arquitectura resilente: apuntes para un diseño regenerativo
Autor: Emmanuel Ramírez y Wilfredo Méndez
País: Puerto Rico

Estos ensayos serán publicados en el número 98 edición enero-febrero de la revista de arquitectura venezolana Entre Rayas y en 90X60 arqzine, publicación independiente que se distribuye en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Asimismo será publicado el ensayo ganador y las menciones -en caso de que las hubiese- a través del sitio web Acontecimientos Arquitectónicos y a través de nuestro perfil en ISSUU, esto luego de ser notificados los autores. El ganador también recibirá como premio un libro de la editorial dpr-barcelona.

Muchísimas gracias a los participantes.

Los esperamos siempre… entre Acontecimientos Arquitectónicos.

Andrea Griborio
andrea.griborio@gmail.com

 

La evolución tipológica
Gonzalo López Garrido

¿Es posible pensar en tener una vivienda durante la juventud, otra durante la madurez, y otra en la vejez? No hablo de poseerla en propiedad, no hablo ni siquiera de alquilarla, estoy hablando de un sistema del que se enriquezca tanto el individuo como la ciudad.

Nuestra sociedad es más heterogénea que nunca, y la movilidad es un concepto cada vez más presente en nuestras vidas; nos cambia, evoluciona, genera perfiles de ciudadanos muy diferentes entre sí. ¿Están la arquitectura, el urbanismo, el mercado inmobiliario, respondiendo a esta situación?

¿Es sostenible adquirir una vivienda a los treinta años, pagarla durante treinta más y nunca moverse de ella? El sistema mobiliario actual responde a un modelo de individuo que cada vez escasea más en nuestra sociedad. Edad media, con familia, un puesto de trabajo fijo y con un salario medio/alto, que se puede permitir por varios motivos (económicos, sociales, profesionales, etc.) comprar una vivienda y pagar por ella durante un período excesivamente largo de tiempo. Lo que este texto pretende es proponer una alternativa, basada en un análisis más extensivo de los grupos de población:

¿Qué supone que una persona envejezca, cambien sus necesidades, y que no lo haga el espacio arquitectónico a su alrededor? La esperanza de vida ha crecido mucho. El sector más longevo de la población demanda viviendas adaptables, y precisa de ayuda en las tareas cotidianas; ¿es una cuestión de políticas de dependencia o la arquitectura tiene algo que decir? Si la vivienda en la que usted ha residido siempre presentara una fácil y rápida adaptación a las necesidades, en cuestión de tamaño, mobiliario, acomodación de personas extra para encargarse de su cuidado, se ganaría en calidad de vida, se ahorraría en medios y se potenciaría la eficiencia en el cuidado de las personas mayores.

El mismo tipo de razonamiento se podría aplicar al grupo de población que se encuentra entre veinticinco – treinta y cinco años. El modelo ha cambiado mucho en poco tiempo: sobreformación, empleos y salarios precarios, movilidad provocada bien por necesidad o por deseo… es imposible generar una demanda que cubra las expectativas del mercado inmobiliario tal y como funciona hoy en día. ¿Es la solución esperar a que pase el temporal anhelando que vuelva la situación pasada o es tiempo de impulsar un cambio, una alternativa?

Un cambio menos basado en la ocupación del suelo y en el aprovechamiento económico, y más basado en el usuario, respondiendo a su heterogeneidad. En lugar de bloques de viviendas estaríamos hablando de contenedores de tipologías habitables, que en un mismo edificio la vivienda fuese adaptable al rango de edad del usuario y sus necesidades. Esto podría ser posible con un sistema que funcionase de dos maneras, o bien la vivienda es reconfigurable en el tiempo y su usuario permanece en ella, o son tipologías estáticas en las que lo que cambia es el usuario.

La primera opción permitiría una gestión del sistema más basada en la propiedad privada, mediante la cual eres propietario de una vivienda adaptable en el tiempo. Así mismo, provocaría un enriquecimiento de la heterogeneidad de la comunidad de usuarios y, por extensión, de la del barrio en el que se sitúa.

La segunda estaría basada en un mercado más flexible, en el intercambio de usuarios y la movilidad (en el que no necesariamente serías propietario de una vivienda específica, sino de un espacio habitable, sin estar ligado a una situación específica), siendo probablemente más aplicable estos días, pero suponiendo una más profunda reforma en la manera de pensar del usuario y en el sistema financiero.

Es importante darnos cuenta de que las circunstancias actuales de nuestra sociedad son las más idóneas para provocar un cambio así. En el presente entorno de crisis financiera, política e incluso de creencias, es cuando aparece con más fuerza la necesidad de una arquitectura, un urbanismo, un planteamiento del entorno construido dirigido con el usuario como parte activa, empezando desde abajo, escuchando y respondiendo a las necesidades.

El tiempo de grandes intervenciones y masterplanes está llegando a su fin, es hora de hacer al usuario consciente de su espacio habitable, de su barrio, de su ciudad. Consciente y responsable, abriendo el código de una profesión que hoy por hoy necesita más que nunca un contacto directo con la realidad social. Lo que este texto propone toca sólo uno de los múltiples ámbitos donde realizar una reflexión, pero sirve como ejemplo de cómo el usuario y sus demandas pueden ayudar a conformar el futuro de nuestras ciudades.

Fotografía: Viviendas Hansaviertel, Berlín, Alemania, Arq. Oscar Niemeyer
http://www.berliner-hansaviertel.de/niemeyer.htm