En nuestra entrega anterior expusimos parte de la visión de las Ciudades Inteligentes, dijimos que este nuevo concepto que viene «evolucionando» en el mundo entero, que habla de la necesidad de mejorar la gerencia y la cultura de nuestros pueblos. Pero muchos se preguntarán, ¿con qué se come eso? ¿O en qué me es útil?
Recordemos que la definición de Inteligencia, es la capacidad de manejar información, entrelazarla para definir y solucionar problemas, con mayores y mejores tiempos de respuestas y decisiones más asertivas.
Esto quiere decir que un Municipio debe ser más específico en los niveles de su competencia, en el mejoramiento de calidad de vida de sus ciudadanos, debe manejar la información suficiente en cuanto a su geografía, al usos de sus suelos; de su topografía; de sus áreas de riesgos; y la información sobre los contribuyentes, sus electores; las áreas de vulnerabilidad de delitos e infracciones; los nudos de conexión; los problemas de conectividad y conexión; de sus lugares culturales y su agenda; del catastro; de su registro civil; de la justicia de paz y de la salud inmediata.
Con toda esta información debe poseer una extensa red interconectada a un sistema digital de información, análisis y manejo de datos a todos los niveles de los Órganos y entes municipales, el efecto de esto será definitivamente un Municipio con mayor capacidad para obtener información, manejarla, analizarla y al mismo tiempo dar una respuesta más efectiva y eficaz a la ciudadanía y en tiempos más cortos.
Todo esto se debe traducir en mayor «calidad de vida» para los ciudadanos y ese es el objeto fundamental de una “Ciudad o Municipio Inteligente”.
Pero es allí donde tenemos la gran tarea, pues no es tan sencillo implementar todo este cambio de modelo, de paradigma. El desafío consiste principalmente en superar las interrogantes, ¿Cómo hacemos para que una institución Pública dé el salto a la inteligencia? ¿Cómo cambiar el paradigma organizacional regido por las enormes cargas de las variables políticas? ¿Cómo desarrollar el cambio organizacional? Y tal vez lo más importante ¿Por dónde comenzamos?
Siempre hemos mantenido que las Instituciones en nuestro caso las Municipales, son objetos de los embates de la dinámica política, tomando tímidamente la mano en el mejor de los casos de la Gerencia Moderna.
No hay forma hoy por hoy que ninguna gestión pública pueda ser eficiente, eficaz y efectiva tener de la mano a los componentes de la gerencia «moderna» y todo el arsenal de bondades que ella representa. Así como no hay forma que un Gerente «purista» sobreviva a los embates de las variables políticas y su dinámica.
Con frecuencia oímos que “se necesita en el Municipio un Gerente», deberíamos responder más bien, “se necesita un Político-Gerente”; no hay forma de divorciar esta maravillosa sinergia. Nuestra Venezuela necesita Políticos-Gerentes que nos lleven hacia la modernización de las instituciones, sencillamente, menos revolución y más evolución.
Rafael Albertos
Concejal de El Hatillo
@rafaelalbertos
ralbertos@hotmail.com