Reproducimos la entrevista al Arq. Jimmy Alcock en mayo de 2004
El arquitecto Jimmy Alcock expone algunas de sus experiencias a lo largo de su actividad profesional, que permiten conocer desde otra perspectiva, su visión de la arquitectura.
La casa Alcock II es sin duda una de estas experiencias. Esta vivienda, ubicada en el valle de Mitivibó en el Estado Mérida, fue construida por campesinos de Los Andes merideños hace más de 100 años. Como expone Jimmy Alcock en el libro ‘Alcock Arquitectos’, editado por la Galería de Arte Nacional en 1992, ‘yo lo que hice fue valorizar cada espacio, sin prácticamente tocar la arquitectura existente. Tan sólo rehice las columnas de madera y dupliqué el juego de techos, siguiendo su pauta, porque considero que la arquitectura de techos de Los Andes es una lección. Este fue un pequeño ejercicio de respeto a una arquitectura mejor que la que nosotros hacemos’.
Ante este señalamiento, le preguntamos a qué se debe que no-arquitectos hagan esta buena arquitectura.
Jimmy Alcock inicia aclarando su apreciación. “Al decir mejor quizás exagero, pero sí es una arquitectura clara, sencilla, con conceptos espaciales definidos, utilizando sistemas constructivos artesanales y materiales del sitio, sin rebuscamientos ni pretensiones. Es un trabajo de artesanía más que de arquitectura, pues sus ejecutores conocían muy bien el manejo de los materiales e implementos de trabajo que venía transmitiéndose por generaciones. Siento profundo respeto hacia esos artesanos, quienes en muchas ocasiones me han hecho cuestionar mi formación académica. Sin duda es una lección para los arquitectos excesivamente comprometidos con la tecnología, y que nos hace recapacitar sobre la complejidad con que a veces enfocamos los proyectos. Es un reconocimiento al hombre de campo, artesano y conocedor a fondo de su entorno.
Luego, describe otra característica fundamental de esta casa, que se encuentra a 3300 metros de altura, por lo que su temperatura es muy fría, y aún así, contiene un patio interno. Este patio arma la casa; es un espacio bello. A pesar de que a veces la temperatura en la noche llegue a bajo 0o C, no importa, porque en las habitaciones hay chimenea. Además, en las noches, se ven la luna y las estrellas, si llueve, se ve caer el agua, y cuando hay neblina, entra por el patio y se integra a la casa. Esas sensaciones climáticas se perciben a través del patio interno; “si estás entre cuatro paredes, no te das cuenta de lo que está pasando afuera. Entones, el patio desde el punto de vista climático no es quizás lo más adecuado, pero sí desde el punto de vista de relación con la naturaleza”.
Poliedro de Caracas
¿Considera que la arquitectura es un arte?
Es una pregunta polémical. Yo creo que hoy en día existen dos tendencias, especialmente en las universidades. Una, que tiende hacia la estetización de la arquitectura, a través de una atractiva composición retiniana sin verdaderos compromisos con los otros factores determinantes en un proyecto, como podría ser por ejemplo la funcionalidad. Es puramente visual, estética.
Pero la belleza no puede ser un objetivo. No podemos buscar la belleza como belleza en sí; es casi siempre un producto de otras preocupaciones, a menudo prosaicas -.
Sin embargo, Alcock considera que esta tendencia no es un defecto, porque “desde la época helénica y a través de los tiempos de Grecia, fue la gran exponente de la arquitectura humanística de nuestra civilización. Era una arquitectura de la forma, pero que logró una belleza matemática, geométrica y sensible”.
“La otra tendencia a la que quiero hacer referencia es la que podríamos definir como la ‘Euforia técnica’, con algunos resultados asombrosos y una demostración de gran talento por algunos arquitectos-ingenieros, como por ejemplo Santiago Calatrava. Pero recordemos que la arquitectura es más un planteamiento formal que una hazaña tecnológica, lo que no quiere decir que no puedan estar entrelazados.
Hay muchos arquitectos que sí lograron una obra de arte y no necesariamente con planteamientos tecnológicos, como son por ejemplo los casos de Frank Lloyd Wright, Mies Van der Rohe y Le Corbusier. Pero te aseguro que ellos nunca plantearon su arquitectura como una obra de arte. El resultado era tan extraordinario que entra en la difícil categoría de ‘Arte’.
“Es un tema muy controversial y complejo, pero desde mi punto de vista, no considero mi arquitectura arte, ni la enfoco como obra de arte, porque si escojo ese camino, me pierdo”.
“Yo considero que la arquitectura es un compromiso entre varios factores que sin duda la hacen muy compleja. No solamente se requiere de sensibilidad, talento, imaginación y hasta de libertad de acción, sino que también intervienen otros factores, como las limitaciones dentro de las cuales tendremos que maniobrar, las influencias a las que estamos sometidos durante el proceso, las necesidades del cliente, las características del sitio y la selección del sistema constructivo y de materiales que se van a emplear.
“Una vez hablando con el pintor americano Sol Lewitt, me comentó que ‘la arquitectura debe corresponder a una necesidad, de lo contrario sería un fracaso; la arquitectura es utilitaria, pero el arte no’”. Por otra parte, el historiador “Nicolas Pevsner, en su introducción al libro ‘An Outline of European Architecture’, diferencia arquitectura de construcción de la siguiente forma: ‘una caseta para bicicletas es una construcción, una iglesia gótica es arquitectura’. Estas dos aseveraciones de un artista y un historiador puedan ser una clave para responder, por lo menos parcialmente, a la pregunta.
La crítica Ada Louise Huxley hace el siguiente planteamiento al respecto: El proceso creativo en la arquitectura tiene menos que ver con ‘inspiración’ que con las dificultades que se presentan con respecto al sitio, programa, estructura, etc. Esto es razonablemente comprensible. Lo que es menos claro son esos impulsos estéticos—culturales que son determinantes en las decisiones particulares de cada arquitecto y que le dan a la solución una forma y estilo específico.
Entender el proceso creativo del ser humano es difícil, quizás imposible.
Para crear algo tienes que saber muy bien qué es lo que se va a hacer y cómo se va a construir. Por otra parte, debemos tener una filosofía de la arquitectura, pues por más superficial que sea, impulsa el proceso de diseño del arquitecto que piensa.
En lo que sí estoy claro es en que es el ‘concepto’ es el motor que impulsa el proceso de diseño.
Cuando voy a diseñar, trato de poner mi mente en blanco y de utilizar mi sentido común, que considero muy importante; no me desvió hacia arte ni tecnología. El sentido común es lo que te retrae de esas tendencias; es tu mejor guía para estar con los pies sobre la tierra. Establezco las metas: qué es lo que voy a hacer, hacia dónde voy, y acudo a los elementos de que dispongo para llevarlos a cabo. Y siempre tengo presente el consejo de Aristóteles: Idealizar lo que nos plazca pero evitar lo imposible.
Y por último, todo proyecto es un reto de larga duración (2 a 3 años), con muchos tropiezos en el camino, pero hay que mantener siempre los principios arquitectónicos con los cuales hemos sido formados y nunca transarnos en lo más mínimo por algo en que no creemos.
A veces oigo decir que los arquitectos en general lo que hacemos es copiarnos. Puede ser que lo hagamos, pero inconscientemente. Alguna vez leí que investigadores sobre la imaginación, consideraban cuatro etapas en el proceso creativo: Ver, Absorber, Olvidar y Crear. Entonces puede ser que estás creando con base en algo que viste hace 50 años, sin darte cuenta. Conclusión: Ser original es muy difícil.
Parque Cristal
¿Considera que en la arquitectura venezolana se podría hablar de etapas?
Hablar de etapas, es referirse a la historia. La época griega (Helenística) fue la más grandiosa y quizás la menos espectacular. Su planteamiento estético-formal nunca ha sido igualado, no sólo en el campo arquitectónico—humanístico, sino también en las artes y letras. Luego, en la época romana surge una generación de grandes arquitectos—constructores, una época de grandes planteamientos arquitectónicos y constructivos, que nos ha dejado una herencia sumamente importante. El gótico fue básicamente una época tecnológica también importante, en base a un sistema constructivo que fue la piedra. Pero también por primera vez hubo una verdadera integración de las artes con la arquitectura: la pintura era parte de las paredes, la escultura era parte de los nichos, cornisas, etc. y los vitrales parte de las aperturas. Fue otra etapa histórica. Posteriormente se produce, durante el siglo XVI, El Renacimiento, quizás la época más completa, que agrupó a grandes intelectuales, artistas y arquitectos que son los que estudian La Roma antigua, y sus antecedentes griegos. El Renacimiento es el reencuentro con La Roma antigua y que produjo grandes cerebros en todas las esferas, especialmente en las artes. A fines del siglo XIX presenciamos el comienzo de la era industrial que da el ímpetu al gran movimiento arquitectónico a comienzos del siglo XX: La ‘Modernidad’ que estamos viviendo todavía y que ha producido grandes maestros de la talla de Mies Van der Rohe, Frank Lloyd Wright, Alvar Aalto, Le Corbusier, etc., ya mencionados.
Es quizás en los años 50 y 60 que Venezuela tiene una participación relevante dentro de este movimiento de la modernidad con algunas obras que se destacan internacionalmente.
Pero creo que lo más importante para Venezuela sería que nuestra arquitectura se destacara por responder a los sitios particulares donde va a ser ejecutada y especialmente su relación con la ciudad, como por ejemplo empieza a verse ya en Bogotá. Este problema debería ser nuestro verdadero reto, pues todas nuestras ciudades hoy en día están en crisis, y muy grave. Nuestras energías deberían estar dirigidas hacia la ciudad, especialmente cuando estamos presenciando un deterioro urbano continuo. Esta ‘etapa’ de retroceso es la que tenemos que considerar.
Formamos parte de un sistema político-económico que por lo general no reconoce una verdadera arquitectura y que tampoco favorece al entorno humano. Muchos de nosotros no tenemos la fuerza ni la confianza en el sistema para influir en él, que es el que tiene el poder de dar forma y humanizar las ciudades. Será a través de una conciencia ecológica y de diseño en nuestra cultura que podremos cambiar el rumbo y dar vida a nuestras ciudades. Por tal razón, enorgullecernos por lo que hemos realizado o lamentarnos por lo que no hemos podido lograr, tendrá poca repercusión en la búsqueda de la solución a los problemas urbanos que nos agobian.
Conjunto Altolar
¿Qué obras de la arquitectura venezolana considera representativas?
Yo las clasificaría en tres categorías diferentes:
La primera sería los planteamientos importantes que se han hecho para la ciudad’: La Avenida Los Próceres del arquitecto Malaussena en los años 50. Para muchos parece banal, pero desde el punto de vista paisajístico-urbano fue una obra importante para la ciudad y seguiría siéndolo. También los espacios exteriores contiguos al Metro de Caracas, dirigidos por Max Pedemonte, son un importante aporte, y sin duda una notable mejora urbana. Otra obra que considero importante es el Parque del Este de Roberto Burle Marx, porque es un planteamiento paisajístico urbano e indispensable para los ciudadanos. Estos son los que considero verdaderos planteamientos arquitectónicos urbanos que le dan calidad a la ciudad.
La segunda categoría serían los espacios arquitectónicos: el Aula Magna y la Plaza Cubierta de Carlos Raúl Villanueva, y el espacio central del Cubo Negro, minimizado por muchos, pero que es un gran espacio arquitectónico, y por último la Escuela Militar de Luis Malaussena.
La tercera categoría por considerar es del gran Arte y Arquitectura: el Calder en el Aula Magna, una de las grandes obras de Arte del siglo XX, y la obra de Jesús Soto en el espacio interior del Cubo Negro, siendo ésta una de sus más importantes obras integradas a la arquitectura.
Paseo Las Mercedes
¿Qué es para usted la Arquitectura Paisajista?
Creo que es bueno que me haya hecho esta pregunta, pues considero que existe un concepto equivocado sobre lo que es la Arquitectura Paisajista, incluso entre los Arquitectos, y es bueno aclararlo. Generalmente se asocia solamente con la jardinería en sí, la selección y plantío de especies -.
La iniciación de Jimmy Alcock en la Arquitectura Paisajista comienza desde su época de estudiante. Su primer acercamiento a este campo fue cuando comenzó a trabajar junto a su profesor José Miguel Galia, quien le hablaba de los proyectos paisajísticos que hacían en su Universidad en Montevideo, como era por ejemplo: estudiar la entrada marítima a Montevideo desde el punto de vista visual y vista desde un barco. Se tildaban ‘grandes composiciones’ y se usaba como referencia los tratados y estudios de Georges Gromort. No se trata de arquitectura constructiva, es la intervención del espacio mismo, del terreno y su topografía, tomando en consideración el desplazamiento del ser humano. Además, en esa misma época, tuvo la oportunidad de observar de cerca el trabajo del equipo de Roberto Burle Marx en el Parque del Este. Estas experiencias iniciaron a Jimmy Alcock en su gran interés por la Arquitectura Paisajista. «Yo quería también ser arquitecto paisajista, pero era poco conocida en Venezuela en esa época».
“Aún más, he llegado a la conclusión de que el paisajismo es también el tratamiento de todas las áreas exteriores, bien sean urbanas, suburbanas, etc. Paisajismo también involucra la implantación de la construcción en un terreno. Los planteamientos urbanos son también paisajísticos; es decir, lo que el arquitecto aporta hacia la calle y los espacios libres, nuestra contribución a la ciudad: ‘paisajismo urbano’. Por eso pienso que la arquitectura paisajista abarca un planteamiento arquitectónico total.
Nosotros en Caracas tenemos un paisajismo natural, que es este bellísimo valle: un eje este-oeste marcado por la vialidad de la autopista y unos espacios libres importantes, como son el aeropuerto La Carlota, Parque del Este y el Parque Los Caobos. Un paseo por el valle de Caracas por este eje es un deleite visual, espectacular, porque no es una ciudad totalmente ahogada entre edificios como Sao Paulo. Caracas tiene un planteamiento paisajístico natural que debemos considerar y reforzar.
En conclusión, el paisajismo para mí es todo lo que afecta las áreas exteriores de nuestro entorno, que nosotros disfrutamos u odiamos, bien sea urbano, suburbano”.
Jimmy Alcock menciona que existen distintos enfoques en la Arquitectura Paisajista, como en Francia con la obra de Adre Le Notre en el siglo XVIII; el de los italianos, caracterizado por el tratamiento de jardines terrazeados en colinas, como por ejemplo en las afueras de Florencia, en La Toscana y en Frascati. El enfoque naturalista de los ingleses en el siglo XIX con Capability Brown, y finalmente en el siglo XX con Roberto Burle Marx, el gran paisajista de la tropicalidad”.
Luego hace referencia a una de las grandes artistas norteamericanas, Martha Schartz, quien desarrolla el paisajismo como “una obra de arte integrada al paisaje utilizando objetos cotidianos y elementos naturales en sus ‘jardines’, podríamos catalogarlo como un ‘pop art’ paisajista: ¿Pero será Arquitectura Paisajista o es Arte en el Paisaje?”.
Recuerda nuevamente sus observaciones del trabajo de Burle Marx, quien además tenía un gran conocimiento de las plantas, y destaca la importancia del conocimiento de las especies y su forma artística de agruparlas, utilizando los colores de las plantas en grandes manchas espectaculares. El Paisajismo “diseño que requiere de grandes conocimientos”. Jimmy Alcock señala que las plantas son mucho más complejas que los materiales de construcción, ya que obedecen a la tierra, al sol, la luz, el agua, la sequía, el viento, las estaciones, etc., y esto hace que los jardines y su conservación varíen con el paso del tiempo. “Las especies vegetales requieren de mucho mantenimiento y cuidado y están sometidas a las variaciones climáticas. Es mucho más difícil mantener un jardín, que una construcción”.
“Hay muchos enfoques. A mí me interesa muchísimo; es una fascinación que tengo, y por eso, todos nuestros proyectos tiene un enfoque paisajístico. No hacemos una proposición sin considerar el entorno. No hay proyecto que hagamos, en que el paisajismo y la implantación no sean lo prioritario”.
Concluimos la entrevista con otra apreciación de Jimmy Alcock sobre Caracas, que refleja su interés y preocupación por la ciudad.
“No puedo concluir sin mencionar mi gran decepción con nuestros ‘hacedores’ de la ciudad, de ese sistema político que he mencionado que no reconoce la arquitectura y tampoco favorece el entorno humano.
La tragedia de Vargas nos dio el chance de replantear nuestra ciudad de una manera integral con el Mar Caribe, pues a veces las crisis nos obligan a proponer soluciones y convertir las tragedias en aportes.
Hoy en día no solamente Vargas es una vergüenza Nacional, sino que pareciera que ha trasladado a Caracas todo el deterioro que trajo consigo esa tragedia.
Está a la vista y pareciera que no lo viéramos”.
Arq. Jimmy Alcock en su oficina
Walter James Alcock
Arquitecto (FAU-UCV, 1959). Actuación profesional en sector público. Proyectos: Estudios recreacional del Litoral Central (1961); Poliedro de Caracas (1974); Estudio recreacional y balnearios para Higuerote (1977). Sector privado: Múltiples proyectos educacionales, recreacionales, comercio-oficinas, colegios profesionales, cementerios, jardines y proyectos paisajísticos, plazas, tratamientos urbanos, balnearios, remodelaciones de pueblos, hoteles, centro comerciales, bancos, viviendas multifamiliares y unifamiliares, clubes, estaciones de servicio, y diversos proyectos ganados por concursos. Docencia: Profesor de Diseño Arquitectónico en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV; Profesor de Arquitectura Paisajista en la USB. Campo gremial: Asesor de varias instituciones privadas y públicas; Director de la Sala Mendoza. Publicaciones: diversos libros y revistas, nacionales e internaciones; Libros “Alcock Arquitectos 1959-1992”, Galería de Arte Nacional. Reconocimientos: Premio Nacional de Arquitectura; Premio Regional de Arquitectura; Premio Nacional de Arquitectura de vivienda unifamiliar, Premio Municipal de Arquitectura (Distrito Sucre); Exposición “Alcock Arquitectos”, Galería de Arte Nacional (1992), Orden Francisco de Miranda, Primera Clase (1994). Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat: Miembro del Comité Directivo (2003).
Entrevista realizada por Karina Lyn Urdaneta
Oficina del Arq. Jimmy Alcock / Mayo 2004
Fotografías obras: suministradas por el arquitecto.
Fotografías arquitecto: Andrew Alvarez
Publicado en la revista entre rayas No. 50, meses julio-agosto 2004, dedicada a 50 años de Arquitectura.