Escribir sobre Municipalismo en Venezuela hoy por hoy es abordar y reflexionar un poco sobre esa figura que algunos políticos sólo recuerdan en tiempos electorales. La Institución del «Municipio», es de esas figuras que parece que todo el mundo olvida, pero es la más cercana a nuestra vida cotidiana, es la que debe velar por los ciudadanos en directo, es el primer contacto con las Instancias de Gobierno.

Nos resulta increíble observar como muchos ciudadanos ya no saben distinguir entre lo que es el Concejo Municipal y el Consejo Comunal, por lo que resulta interesante abordar esta reflexión desde una tribuna de observación objetiva.

El Municipalismo en Venezuela no es una figura importante en las miradas, no sólo de la ciudadanía, es ignorada también por los políticos en general, de un lado y del otro. Es esa figura que esta, pero que al mismo tiempo no esta. Que duerme y despierta con cada proceso electoral donde renace la lucha por lo local. Es en ese momento cuando vemos por doquier, propuestas y todos los productos que el marketing político crea para estos meses electorales, aunque nos presenten campañas con pocos elementos realmente creíbles y útiles para resolver el problema de la calidad de vida de los ciudadanos y de las comunidades.

Si reflexionamos sobre el Municipalismo en Venezuela tenemos que llegar a algunas conclusiones que nos obligan a ser críticos con la manera de hacer y ejercer la Política en Venezuela.

Desde los sectores de oposición nos hemos quejado sobre como el Gobierno Nacional promueve otro modelo y sistemáticamente ha ido cambiando las reglas del juego y del modelo planteado y aprobado por los venezolanos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999.

Observamos el avance del llamado: «Estado Comunal», un instrumento que al parecer no termina de amalgamar institucionalmente, a pesar de los grandes esfuerzos del Gobierno central por encontrar una fórmula para alterar la ecuación y el equilibrio de poderes llevado aguas abajo.

Ante esta realidad, las grandes interrogantes que valdría la pena hacernos y que debemos tratar de responder con sinceridad: ¿Hemos defendido la Institución Municipal? ¿Hemos logrado amalgamar el Modelo Municipal? ¿Hemos comprendido la Institución Municipal como la instancia de Gobierno más cercana al ciudadano? ¿Nuestras Organizaciones Políticas han dado lo mejor de sí en sus estructuras para reflexionar, capacitar y defender la institución Municipal? ¿Han logrado los Municipios consolidarse como esa entidad política territorial integradora de las iniciativas comunes en función de crear mejores niveles de calidad de vida? ¿Se logró consolidar la Institución Municipal en Venezuela? ¿Se ha logrado avanzar en propuestas de desconcentración de poderes aguas abajo utilizando ese gran colchón como lo es el Municipio? ¿Tenemos la capacidad como sociedad de comprender un nuevo modelo como el «Estado Comunal»? ¿Es importante para el ciudadano la Institución Municipal, como un referente político asociado a su calidad de vida? ¿Exigimos a nuestros representantes municipales que ejerzan cabalmente sus funciones?

En nuestro próximo artículo abordaremos algunas ideas producto de años de reflexión y observación, desde la especulación y la praxis para rescatar y dar su justo valor a la institución Municipal, tanto en su poder ejecutivo (la Alcaldía) como en su instancia legislativa (los concejos Municipales).

Rafael Albertos- Concejal de El Hatillo

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