Plaza Comercial Coopsuper. El referente latinoamericano de Reciprocidad

En una estructura recíproca, los miembros componentes trabajan solidariamente, apoyándose mutuamente. Ésta es la mejor expresión del cooperativismo, basado en los mismos principios. En la Coopsuper la reciprocidad toma forma física a partir de la reinterpretación inspirada en el ancestral Sol Andino.

El proyecto toma claves de la tradicional plaza del mercado, generando varias plazas y patios de encuentro, plazas que invitan desde los 4 puntos cardinales, mostrándose democrática, creando espacios sociales significativos, vitales, inclusivos y llenos de los colores evocando al pintor Endara Crow. Las 22 estructuras recíprocas menores alrededor de abiertos espacios exteriores y un puente aéreo peatonal completarán la fisionomía del conjunto. Todos los locales tendrán la misma exposición en planta baja.

Se propone un proyecto viable y factible, que responda a la esencia del sitio mediante un diseño basado en nuestra cultura, que atienda al paisaje, clima, así como también inspirado en la fábrica histórica, cultural y social del lugar.

Principios: Viabilidad, Reciprocidad, Identidad, Convertirse en un Referente Latinoamericano
La Propuesta se sostiene en los siguientes principios:
Viabilidad, Reciprocidad, Identidad y convertirse en Referente latinoamericano.

Viabilidad
La propuesta pone como meta la viabilidad financiera. En la propiedad de la cooperativa, ubicada en el barrio Inchalillo, no es recomendable desarrollar un centro comercial lineal convencionales tipo “mall” por las siguientes razones: encontrarse dentro de un barrio residencial semi consolidado con accesibilidad muy limitada y desvinculado de otras zonas comerciales que potenciarían su uso; secciones viales extremadamente reducidas y topografía que imposibilita su clara interconexión con la trama de la ciudad y la ausencia de certero un plan económico que garantice la viabilidad del proyecto.

Reciprocidad
El diseño del conjunto muestra generosos espacios públicos de transparente accesibilidad, partiendo de la plaza y el patio como elementos organizadores. El proyecto se inspira en el Mercado-plaza del pueblo. Todas las fachadas son principales. Todos los negocios se vinculan al exterior garantizando su accesibilidad. La Reciprocidad es una expresión de aquel cooperativismo en el que cada miembro apoya a su par y a su vez se apoya en él. Como se verá posteriormente, la reciprocidad también se expresa en la estructura del complejo.

Identidad
En dicho entorno igualitario aparecen estructuras modulares cuya forma octogonal se inspira en los conocimientos astronómicos ancestrales expresados en la geometría Andina. Los módulos se inspiran en la gráfica originaria de nuestros ancestros que dominaron el entendimiento de la posición planetaria de nuestra tierra equinoccial. Ellos eran grandes lectores de los movimientos aparentes del Inti y de las estaciones y por tanto del calendario agrícola.

Ese conocimiento solar tuvo expresiones tangibles en la cerámica de culturas como el Carchi Negativo, Tuncahuán, Kitu Caranqui que muestran gráficamente el Sol Andino, en ocasiones asociado a la chacana o Cruz Andina.

Dichos gráficos solares parten de un cuadrado del que irradian 8 rayos o puntas inscritos en un círculo, dando lugar a un polígono de 8 lados, es decir al octógono. Dicho diseño se trata de la representación geométrica del sol, mostrando solsticios, equinoccios y los grados de variación de la eclíptica planetaria. Sitios arqueológicos como Catequilla han formalizado en discos líticos la conciencia astronómica de los antiguos habitantes de los Andes Ecuatoriales.

Identidad + Reciprocidad
Se conjugan en el diseño del módulo de comercio. Partiendo del Sol Andino se obtienen dos figuras octogonales, la exterior se mantiene y la interior se define por tan solo una línea que sale de cada vértice. La deconstrucción del Sol Andino arriba a una figura recíproca, misma que se convierte en estructura. Una estructura recíproca es un conjunto auto soportante hecho de vigas colocadas una sobre la siguiente hasta que la última se apoye sobre la primera, cerrando el circuito.

Así se logra una estructura simple, fuerte y bella sin apoyo central. Ocho vigas principales de acero estructural conforman cada módulo de techos recíprocos. La repetición sistemática de elementos constructivos modulares genera ahorros de costes de obra y lo cual redunda nuevamente en su viabilidad. El óculo central formado por las vigas recíprocas se cierra mediante triángulos niveladores que forman un anillo de compresión sobre el cual se levanta un escultórico lucernario.

Si se las mira desde abajo, las vigas de cada octógono recíproco quedarán a la vista, como expresión estética de las fuerzas actuantes. Se trata de un acto de sinceridad arquitectónica. El diseño del piso bajo el techo del restaurante será una réplica tipo espejo del trazado de viguería. De ese modo se refuerza espacial mente la sensación de movimiento giratorio que realiza el techo.

Referente latinoamericano
El proyecto se convertirá en un referente de arquitectura internacional ya que la estructura de techo que cobijará el patio de comidas estará entre las más grandes del mundo hecha en acero estructural. En la actualidad la estructura que ostenta ese record está en la Universidad José Antonio Páez en la ciudad de San Diego, Venezuela y fue diseñada por nuestro equipo. Los techos con lucernarios escultóricos serán igualmente referentes del sitio por su atractiva forma y color, visibles desde todos los ángulos, inclusive del puente conector peatonal que vuela sobre el conjunto.

Aportando a lo antedicho está lo bioclimático y lo sustentable. El lucernario, al permitir el paso de aire actúa como un termosifón. Cuando la temperatura del aire bajo el techo sube, se produce una convección natural de aire ascendente que se evacúa naturalmente expulsando el exceso de calor y permitiendo un equilibrado confort térmico. La estructura metálica es de veloz ejecución lo que redunda en la sustentabilidad financiera.

En suma, su gran escala, las inusuales estructuras experimentales, el lucernario como escultura, los materiales asequibles y colores seleccionados le darán un aspecto contemporáneo, excluyendo a la arquitectura convencional, convirtiendo el proyecto en un lugar privilegiado de referencia arquitectónica a nivel nacional e internacional.

Del Diseño Urbano y Materialización Arquitectónica

Lo Urbano
El conjunto propuesto es generoso en su accesibilidad y visibilidad ya que todos sus frentes y fondo están abiertos al visitante independientemente del modo en que arribe: a pie, silla de ruedas, bicicleta, vehículo. Los accesos vehiculares se dan por ambos linderos, permitiendo arribar a los estacionamientos al fondo. Es decir, el fondo se vuelve también un punto de acceso al conjunto. De ese modo se logra que no haya fachadas secundarias y que todos los locales sean protagonistas de la más diversa oferta comercial.

Compositivamente, el patio de comidas marca la esquina y en contrapunto un auditorio ocupa la esquina diagonal opuesta. La implantación se regula a través de plazas ubicadas en 2 plataformas principales. De ese modo, el impacto en el sitio se reduce al mínimo.

Desde las plazas irradian patios menores alrededor de los cuales surgen los negocios, recreando la plaza del mercado.

Un puente peatonal aéreo viaja diagonalmente conectando las dos esquinas y completando la ecuación de movilidad global. Hay múltiples y variadas formas de navegar y recorrer en el conjunto, haciendo que los desplazamientos dinámicos estimulen la vitalidad de los locales comerciales.

Lo Arquitectónico-Programático
El gran volumen a doble altura del patio de comidas estará cobijado por la estructura recíproca octogonal más grande del mundo. El audito rio, que no se encuentra en el programa del concurso, se divisa como un espacio formal propuesto para reuniones cooperativas, comunitarias, siendo un espacio complementario que generará rentas para actividades como: congresos, charlas, presentaciones artísticas, un espacio libre de la informalidad de un hemiciclo exterior.

La huella de carbono se reduce al implementar una materialidad basada en estructuras de acero y en acabados en madera, ambos fáciles de acceder y de veloz ejecución, reduciendo costos constructivos. Tanto los materiales como la mano de obra y tecnología requerida se encuentran localmente beneficiará a la economía del sector.

Estéticamente el conjunto tendrá una presencia contundente, bañada de color en representación del paisaje y costumbres andinas, las tonalidades propias del Valle de los Chillos.

Ficha Técnica
Equipo de Trabajo:
Directora: Arq. María Augusta Gallardo Altuna.
Diseño: Arqs. Mauricio Luzuriaga Del Castillo, Reinaldo Martínez Arana.
Colaboradores: Arqs. Marco Haro Soria, Michelle Toscano Gallardo, Econ. Carlos Viña Castillo.
Área de Construcción: 7580.16 m2.
Propuesta presentada a concurso de anteproyectos en Octubre 2019.
Ubicación: Sangolquí, Ecuador.