AZUL. Esto es Patrimonio
Ninguno de estos sitios ni momentos son exactamente los que inspiraron a Cruz a escribir “Azul”, ese azul que vio a través de sus ojos en el azul de los ojos de su amor perdido, reflejado en el cielo y en el mar de Manicuare, pero a mí sí me ha cautivado ese azul cielo-mar de oriente para rememorar este bello poema.
AZUL
Azul de aquella cumbre tan lejana
hacia la cual mi pensamiento vuela,
bajo la paz azul de la mañana,
¡color que tantas cosas me revela!
Azul que del azul del cielo emana, B
mientras diviso en él la ilusión vana
de la visión del ala de una vela.
Azul de los paisajes abrileños,
triste azul de los líricos ensueños,
que no calman los íntimos hastíos.
Sólo me angustias cuando sufro antojos
de besar el azul de aquellos ojos
que nunca más contemplarán los míos.
En estos últimos meses, he ido haciendo un registro fotográfico muy libre de momentos y espacios especiales, que han ganado distintas formas de percibir lo que nos pertenece. Las tres imágenes que muestro son reveladoras. Nuestro entorno es característico, no solo por lo que somos, sino también por lo que la naturaleza refleja de sí misma. Los colores impactan todos nuestros sentidos, por lo tanto también somos color.
Aquí va solo una muestra, inspirada bajo la luz incandescente del sol de Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, como hilos conductores de diferentes expresiones, acompañadas del poema “Azul” de Cruz María Salmerón Acosta (1892-1929), insigne poeta venezolano de esta zona oriental del país, nacido en Manicuare, península de Araya, que nos legó un respeto a la vida a través de su obra y su propio dolor.
Espero poder regalarles, en una próxima entrega, otra paleta de color.
Revisa este enlace y disfruta el poema declamado por el notable Luis Edgardo Ramírez.
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Arq. Fabiola Velasco Pérez