Por una ciudad más accesible

A los ciudadanos de la tercera edad les resulta difícil el movilizarse por la ciudad y disfrutar de ella.

Si puede movilizarse por sus propios medios, a pesar de la edad, debe tener mucho cuidado en las aceras, no sólo por las irregularidades del pavimento y los variados obstáculos, sino también por el uso de éstas por parte de los motorizados y vehículos mal estacionados.

A veces resulta una proeza el cruzar la calle por el rayado. Más cuando se está solo y apoyado en una silla de ruedas, como si ésta fuese un «lazarillo».

Este señor, esperaba pacientemente la luz roja de los vehículos, en un lado de la calle. Al detenerse los vehículos, comenzó su lento transitar por el rayado, sin embargo, el tiempo no le permitió alcanzar el otro lado de la acera. En medio de la calle, cruzando, sin mirar totalmente, avanzó en medio de los corneteos de algunos choferes impacientes, quienes seguramente se preguntaban el por qué este señor «se atrevía» cruzar la calle solo a esa hora, y un viernes!

Al final, luego de unos minutos y seguramente varios saludos a la respectiva mamá del señor, logró llegar al otro borde de la acera.

Toda una odisea, que seguramente se repetirá mañana cuando requiera movilizarse por la ciudad.

Fotografía: Revista entre rayas / Arq. Jesús Yépez
Tomada en la Av. Lecuna, Caracas. Viernes 7 de septiembre de 2012. 6:03 p.m.