Que triste pensar en que la naturaleza nos habla y el hombre no escucha.
Víctor Hugo, 1840.
El día 5 de octubre 2015, se celebra el Día Mundial de la Arquitectura con un tema que la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) ha propuesto para llevar a la próxima reunión internacional y de negociaciones del tratado sobre el cambio climático, que se realizará en París el próximo 30 de noviembre.
Tema con mucho,es para reflexionar sobre el papel de la educación y del ejercicio de la arquitectura a nivel mundial, toda vez, que encapsulados por el día a día, hemos perdido la noción de nuestra responsabilidad sobre los sucesos actuales que por demás, rebasan nuestra comprensión. Es por eso, que este artículo, tratara de hacer conciencia de la situación , sin llegar a conclusiones precisas , más que a una reflexión sobre nuestra responsabilidad sobre el tema.
Con los ojos cerrados
Desde que en la década de los 80 se habló del agujero de ozono en la Antártica y se fotografiaron con imágenes térmicas al mundo, ha existido un gran debate de si la Tierra se esta calentando o no, o si es responsabilidad de nuestra forma de vida la responsable del aceleramiento de este calentamiento global.
Para las grandes industrias, esto no es cierto, para otros, las naciones en desarrollo también tienen derecho a explotar sus recursos naturales para poder progresar y ser ricos, para los países ricos, el daño esta hecho por tanto, la carga ambiental la deben de llevar los países en desarrollo. Al final, nadie desea ceder en su sistema de vida ni tampoco hacerse responsable para reparar el daño.
Lo cierto del caso, es que el calentamiento global existe, que es además cosa de todos y que las actuales evidencias sobre el asenso del nivel del mar, las tormentas y los desastres naturales así lo demuestran.
Para tener una idea de la situación actual, me referiré solo a algunos ejemplos:
1. Antes de la revolución industrial la cantidad de CO2 en la atmósfera era de 270 partes por millón, para el 2010, esta cifra alcanzó las 387 partes por millón. Llegamos a esta cifra gracias a nuestro modelo de desarrollo de consumo así como de la planificación extendida de nuestras ciudades, el diseño de edificios enfermos con altos consumos energéticos, de la creación de ciudades con la explotación irresponsable de recursos y de las desigualdades sociales en el uso de los territorios.
Para tener una idea de lo anterior, en 1900 se consumieron 150 millones de barriles a nivel mundial, cien años después, esta cifra alcanzó 28 mil millones, lo que representó emitir la cantidad de 9,400 millones de toneladas a la atmósfera. De esta cifra, solo 5 mil millones pudieron ser absorbidas por el sistema Terreste.
Según nuevos informes, en el 2013, la cantidad de CO2 lanzada a la atmósfera es 61% mas grande que en 1990, lo que implica una mayor presión al sistema planetario para regular su propio clima. Esto ha dado como resultado, un incremento en la temperatura de 0.8 centígrados, cuyos efectos más visibles son el deshielo de ciertas áreas de Groelandia y la acedificacion del océano.
Para poder comprender mejor la problemática, esto se resume de la siguiente manera, cuando la luz del sol llega a nuestra atmósfera, crea una radiación de infrarrojos que no tienen todos la capacidad de atravesar la atmósfera y hay otros rayos si logran ingresar y calentar a la Tierra. La capa de ozono hace este trabajo, al ser eliminada , estaremos expuestos a las otras radiaciones.
Para mantener el equilibrio de la temperatura, requiere también expulsar el sobrante a través de las masas blancas que irradian la luz hacia el espacio. Estas son zonas como los océanos, las nieves de los polos y las montañas. El CO2 por otro lado, mantiene la temperatura apta para la vida siempre y cuando este en equilibrio termodinámico. Esta función la realizan los bosques y los océanos. Sin embargo, si la masa de CO2 supera a la capacidad de absorción del sistema, su concentración, atrapara el calor sobrante en la atmósfera, iniciando un proceso de recalentamiento en el sistema.
Además del CO2, existen otros gases de efecto invernadero, tales como el agua y el metano, este último expulsado por los entes vivos en vida o descomposición.
2. Como el planeta responde a un sistema termodinámico, la energía acumulada debido al calor, debe de ser liberada a través de tormentas mas fuertes y con mayor frecuencia. Como resultado de ello, según las estadísticas en 1970, sólo hubo 78 eventos de desastre natural, para el 2004, esta situación se amplió a 348 eventos. Actualmente, estos eventos afectan a 40 millones de personas y de seguir la actual tendencia, para el 2075, serán afectadas 150 millones de personas.
Para el Banco Mundial, si la actual tendencia continua y alcanzamos una temperatura mayor a los 2 grados centígrados, la vida en la Tierra se acercara a una espiral catastrófica que implicará el derretimiento de los polos, glaciares y témpanos, aumentando con ello, el nivel del océano y como consecuencia de ello, la desaparición de naciones isleñas, muchos de los bordes costeros actuales donde se concentra la mayor población del mundo, afectara todos los ecosistemas y entraremos en la espiral de no retorno de calentamiento global.
Esto significará, el colapso económico del sistema actual, mayor cantidad de conflicto entre las naciones por el reguardo de las fronteras y los recursos, mayores migraciones y posibles guerras por los recursos para sobrevivir como sociedad.
Si llegamos a los 4 grados a final de este siglo, ello repercutirá en una mayor aceleración de la fuerza en las tormentas, cambio geográfico del actual sistema de climas, un incremento en las temperaturas de las olas de calor, la pérdida de ecosistemas (África será un desierto, el Amazonas no existirá, el desierto ingresará a Europa y la tundra se convertirá en pradera con el agravante de que la materia en descomposición expulsara gas metano a la atmósfera y ampliará el efecto invernadero ampliando la espiral), el nivel del mar aumentará a 2 metros lo cual afectará a los deltas de Bangladesh, el Nilo y el Mekong, afectando a sus territorios por inundación, salinizacion de los suelos.
Si la Tierra se calienta a este extremo, el recurso hídrico escaseara, las enfermedades tropicales migraran hacia los territorios que nunca las padecieron, y más de esta temperatura, llegaremos a ser la nueva Venus del sistema solar.
Al final tal y como lo expresa Sally Weintrobe, «nuestros líderes no nos siguen… pues no hay conciencia para cuidar nuestra supervivencia».
Con ello es hora de replantear algunas salidas, por lo menos en lo que corresponde a nuestra responsabilidad como arquitectos.
La educación como medio
No basta con aceptar la situación del Calentamiento Global ni con encontrar algunas soluciones tecnológicas a la que la humanidad se va a enfrentar. Hay que hacer un cambio de paradigma que viene desde la educación de los ciudadanos hasta la generación y preparación de políticos responsables, puesto que es ahí, donde encontraremos la sostenibilidad de lo que se haga.
Dentro de estos parámetros, se encuentran, modificar la identidad de una sociedad de consumo hacia una sociedad con responsabilidad en el uso de los recursos, lo cual significaría, un cambio total en nuestra manera de buscar riqueza, trabajo y otros beneficios sociales.
En síntesis, aprender a vivir mejor con menos, por lo que es lo mismo, no comprar mas de lo que necesitamos para lograr calidad de vida. Esto también significaría un cambio en los índices de como medimos el desarrollo de los países y sobre todo, en la manera en que producimos y encadenamos estas actividades al trabajo y a la accesibilidad digna de la educación, la salud, el trabajo y la oportunidad de riqueza.
Ello significaría además, un cambio en nuestras costumbres de consumo en nuestra dieta por ejemplo, consumiendo solo alimentos de temporada, utilizando ropa o tejidos de producción cercana, cuidando el agua solo como recurso para la vida y promoviendo su reciclaje para otros usos tales como la industria o el placer.
Deberíamos a aprender a compartir como sociedad, lo que implicaría un cambio de paradigma del bien individual hacia el bien común, para lograr una cohesión necesaria para podernos enfrentar a los desastres naturales, pero mejor aun, poderlos prevenir, en síntesis, lograr una sociedad resilente, responsable y con valores humanos de cooperación, aceptación e integración.
Así mismo, deberíamos de cambiar nuestra conciencia social hacia una integración con el universo que nos rodea, protegiendo a la vida, no solo humana sino toda ella, lo que implicaría un valor biofilico, lo cual implicaría, la lucha por conservar la biodiversidad, los biomas, los territorios naturales y proteger sus interconexiones ecosistemicas.
Esto implicaría, el respeto por la vida y el uso responsable de estos recursos de manera sostenida.
Por otro lado, en lo que respecta a la arquitectura, la formación del nuevo profesional debería de ir orientada más hacia su responsabilidad social que al solo diseño del objeto, ampliando su que hacer hacia temas técnicos no solo referidos a la disciplina, sino mas bien, debería de ser transdisciplinar para poder lograr comprender las situaciones de su nuevo contexto, así como para poder innovar de acuerdo a sus recursos disponibles, con lo cual, el arquitecto dejaría su ego de lado para servir a las necesidades reales de su sociedad.
Arquitectura y urbanismo del nuevo paradigma
En el campo urbano y arquitectónico, esto nos llevará a varias cosas resumidas de la siguiente manera:
1. Aprender a trabajar con las comunidades para lograr mejores proyectos adaptados a las espectativas de la sociedad como conjunto.
2. A reciclar los edificios existentes para adaptarlos a las nuevas condiciones sociales, culturales y ambientales, con lo cual, la generación de nuevos edificios solo se vera vinculada a la necesidad real de uso y no a la especulación inmobiliaria o política.
3. Mas con menos, lo que significa diseñar edificios de acuerdo a la arquitectura de recursos, que responda al clima de manera activa, o sea, con recursos pasivos de iluminación y de ventilación natural , utilizando además , solo los materiales disponibles en el lugar, en otras palabras, una arquitectura responsable, ética y consecuente con la necesidad.
4. Densificar la huella existente de las urbes, para mantener protegido al resto del territorio, con usos mixtos, buenas conectividades y oportunidades de medios de desplazamiento( transporte público, bicicleta, peatonal, y otros), resilentes o sea que tengan la capacidad de resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de manera eficaz a los desastres naturales.
5. Introducir nuevamente a la naturaleza dentro de las urbes como un medio de protección a las inclemencias del tiempo, potenciando con ello la calidad de vida, disminuyendo las islas de calor, mejorando las condiciones del aire, aumentando la posibilidad de reincorporar especies en extinción, con lo cual se aumentaría la biodiversidad. Así mismo, habría que trabajar las riberas de los ríos y cañones, introduciendo elementos naturales que ayuden a mitigar las condiciones de erosión de los suelos, la salinizacion de los mismos y buscando además con ello, barreras naturales para proteger los asentamientos humanos informales. Ello además potenciaría la oportunidad de trabajar el paisaje como un medio de mejorar la calidad de vida e imagen de las ciudades.
6. La crisis de alimentación, pronto llegara, por tanto, hemos de fomentar la agricultura urbana como un medio de unir a la comunidad así como para darle mas sentido de pertenencia. Ya existen comunidades en el mundo que están trabajando este tema, utilizando los predios vacíos para crear huertas urbanas, así como edificios de varios niveles que están dedicados a esta función.
7. Sin duda uno de los temas vitales para la sobrevivencia de las ciudades y la economía, será el tema energético, pues es a través de ella que todo se mueve. Hasta ahora, la generación de energía limpia ha tenido poco progreso (eólica, solar, geotérmica, hidroeléctrica), debido a los costos, a su contexto de demanda y sobre todo a una resistencia cultural a utilizar energías alternativas.
En este marco de desarrollo, también se han buscado otras alternativas que logren mejores rendimientos energéticos con la menor cantidad de residuos o toxicidad. Entre ellas tenemos como alternativas posibles:
1. La energía de Fisión Nuclear, que utiliza la Unión de átomos de hidrógeno con gran cantidad de calor que se libera para dar más energía con menos residuos.
2. La fusión caliente, que genera una contaminación mínima, es relativamente limpia y proviene de un proceso natural que el universo utiliza. Como producto final también obtenemos helio que tiene un valor comercial.
3. La fusión por láser, en donde se disparan rayos láser que chocan en una serie de espejos que se enfocan hacia un objetivo diminuto, liberando con ello una energía de 500 millones de vatios y generando una temperatura de 100 millones de grados.
4. La fusión en un campo magnético, que utiliza enormes campos magnéticos para contener el gas de hidrógeno caliente. Este campo magnético impide que el hidrógeno se escape y se envía a través de una cámara que tiene corriente eléctrica, con lo cual se calienta aun mas. La combinación del magnetismo, la electricidad y el hidrógeno, crean la suficiente energía para sustentar sistemas complejos de requerimiento energético, tales como las ciudades.
El tema aquí son los costos de construcción y operación que aun hace imposible competir con la generación de sistemas energéticos que utilizan petróleo o carbón.
Contra el tiempo
Mientras todo lo anterior se pudiese lograr, la comunidad científica en este momento están tratando de lograr algunas barreras de protección para atrasar los procesos de calentamiento global.
Algunas de estas propuestas, sin duda muy imaginativas, requieren de tecnologías de avanzada, algunas de ellas:
1. Lanzar a la atmósfera sustancias como dióxido de azufre con el fin de ayudar a reflejar la luz que ingresa desde el espacio y así poder refrescar un poco la temperatura de la Tierra.
2. Crear floraciones a través de verter productos químicos ferruginosos en los océanos. Sus nutrientes minerales, se espera que potencien el crecimiento de algas y con ello lograr una mayor capacidad de absorción de las emisiones del CO2.
3. Utilizar la ingeniería genética para crear organismos que pudiesen absorber grandes cantidades de CO2.
4. Captura y almacenamiento de carbono por medio de centrales termoeléctricas alimentadas por carbón que se licúa y se separa del medio ambiente.
El tema aquí son los costos y los daños colaterales al sistema de la vida de la Tierra.
Hacia un nuevo enfoque de la arquitectura
Para concluir nos encontramos en una fase crítica de la supervivencia del ser humano y todas las criaturas sobre la Tierra, afrontando la posibilidad de una extinción en masa.
Sin duda alguna, la naturaleza continuará su proceso evolutivo aun sin nosotros, por lo tanto el problema no será de ella sino de nuestra capacidad de adaptarnos a los nuevos cambios y buscar al mismo tiempo, detener la espiral de nuestra propia extinción.
El tema, ha dejado de ser filosófico, es mas bien de supervivencia, por tanto, dependerá de nosotros cambiar el paradigma de lo que creemos como progreso, riqueza, cultura y sociedad global, para enfocarnos como especie, hacia una solución integral de las demandas que afrontaremos.
En el estudio de la arquitectura, los temas de ciencia biológica, física y robótica, cada vez más determinarán la capacidad de los profesionales en responder a la nueva circunstancia, eso significara, un cambio de paradigma de la enseñanza, mas orientada a trabajar con, que a imponer a, en donde se dejara de entender a la arquitectura como el diseño de un objeto para mas bien orientarse hacia una arquitectura que responde al contexto.
En su ética, estar mas orientada hacia una arquitectura responsable, que será colectiva y no individual, que estará determinada para trabajar por el bien de la sociedad, ampliando su proceso para trabajar directamente con las comunidades.
Esto también afectará a la práctica profesional, por cuanto el ejercicio de la profesión deberá ampliar su campo de acción hacia la participación política activamente para ser agentes de cambio en la toma de las decisiones, deberá de ser mas que responsable con el cliente, con la sociedad.
En el campo de la sociedades, asociaciones y colegios de arquitectos, deberán de tener mayor responsabilidad en su actuar, mayor compromiso con la sociedad y mayor participación activa en la toma de decisiones para que solo entonces nuestra profesión tenga un lugar en la sociedad del constante cambio, en la sociedad del Cambio Climático.
Bibliografía
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– Welcome to Urban Revolution, How cities are changing the world, Jeb Brugmann, Ed. Bloomsbury Press, 2009
Por: Arq. Carlos Álvarez Guzmán
Vicepresidente de la Region 3.
Unión Internacional de Arquitectos
calvarezguzman@gmail.com
Felicitaciones arquitecto Alvarez por su excelente articulo.
Soy filosofo y Educador.UNMSM.Lima-Peru.
Estoy escribiendo un articulo filosofico-politico global.el suyo me va a servir mucho.Gracias.