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Hoy, 5 de octubre, celebramos el Día Mundial de la Arquitectura. El lema “Arquitectura, Construcción, Clima” está particularmente adaptado puesto que a finales de noviembre y hasta la primera semana de diciembre, tendrá lugar en París, la Conferencia de las Partes, COP 21. París acogerá a los líderes de 195 países que tratarán de lograr un acuerdo internacional sobre el clima que permita contener el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados.

Se trata de un reto considerable que tiene además un impacto significativo en nuestros modos de vida, el urbanismo y la arquitectura. La edificación representa aproximadamente un 32% del consumo de energía en el mundo y genera casi un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La profesión de arquitecto es determinante en la reducción de este impacto en el cambio climático.

Como arquitectos diseñamos edificios y planos urbanos en colaboración con ingenieros, urbanistas y otros profesionales y damos forma a nuestro entorno. El factor económico solo no garantiza el éxito de un proyecto de ordenación. Éste ha de tener en cuenta además el desarrollo social y cultural de la comunidad que sirve. El compromiso comunitario es indispensable para un futuro entorno construido en
armonía.

Esperemos que la decisión de contener el calentamiento global por debajo de dos grados centígrados en 2030 pueda ampliarse al objetivo cero emisiones carbono en 2050. Hace un año, la UIA y otras organizaciones internacionales manifestaban su compromiso a través de una declaración común. Los combustibles fósiles serán sustituidos por fuentes de energía renovable.

Desde hoy, los arquitectos han de centrar su energía y creatividad para fomentar el uso de energías renovables en el planeamiento urbanístico y la edificación que satisfagan los objetivos para un entorno sostenible. Tenemos que plantear soluciones arquitectónicas y urbanísticas que eviten el uso de energías fósiles combustibles y que reduzcan las emisiones de gases con efecto de invernadero.

En 2020, 2,5 millones de personas se añadirán a los 7,4 millones de la población urbana. Más del 50% de la población mundial vivirá en ciudades y zonas urbanas. Sujetos a fuertes presiones, los gobiernos deberán desarrollar nuevas infraestructuras y edificios para hacer frente a este crecimiento.

Si no adoptamos métodos de diseño neutros en carbono, no tendremos otra solución que construir nuevas estructuras que generarán a su vez un mayor consumo de energía y más emisiones de CO2 en la atmósfera. El arquitecto tiene el deber de proponer edificaciones con un nivel bajo o nulo de emisiones CO2. ¡Se trata de un reto complicado, pero estoy convencido de que estamos preparados para afrontarlo!

¡Os deseo a todos un próspero día de la arquitectura mundial!

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Contacto:
Catherine Hayward, Directora de la Comunicación
Jean-Christophe Polgar, Web master de la UIA
Tel. : +33 1 45 24 36 88
http://www.uia-architectes.org