Sobre terrenos de la comunidad de La Macanilla, a orillas del río Capanaparo, en el Estado Apure, y por iniciativa de la asociación sin fines de lucro, Asopica, A.C., Otaola Ingeniería, C.A., empresa constructora de larga trayectoria en Venezuela, decide colaborar levantando esta capilla como quien siembra un árbol en el desierto. Esta vez el catolicismo gana terreno.
Con todas las limitaciones de una de las zonas más pobres y alejadas del territorio venezolano se construyó la Capilla y Casa Parroquial de la Misión del Santo Cristo del Capanaparo para atender a los pobladores de La Macanilla, zonas circunvecinas y las comunidades indígenas apostadas a lo largo del río Capanaparo.
El sitio
Clima tropical de sabana con llanuras arenosas y temperaturas altas todo el año. Estación seca con fuertes vientos y lluviosa con torrenciales aguaceros que suceden en todas direcciones. El sitio es parte del Parque Nacional Santos Luzardo, propiedad recientemente otorgada a los indígenas, quienes comparten este territorio con los “criollos”.
El servicio de energía eléctrica está limitado a una planta de gasoil cuyo combustible es costeado por la propia comunidad. Cercana a la frontera con Colombia, esta zona no escapa de los conflictos con la guerrilla del vecino país.
El proyecto
Para la elaboración de este proyecto se tomó en cuenta las dificultades operativas del sitio, sus condiciones climáticas y la forma de vida de sus pobladores. Esto da como resultado una edificación abierta de materiales sencillos y algo de creatividad para lograr una estética que capte la atención de los feligreses sin romper con el entorno.
El proyecto incluye en una segunda etapa una plaza integradora y otras edificaciones de apoyo a la comunidad como dispensario médico y cancha deportiva.
La edificación y el espacio
La edificación está compuesta por dos cubiertas, inclinadas en dos sentidos, dispuestas perpendicularmente, conformando un patio con grama que sirve de acceso al conjunto. Con diferentes alturas y atravesadas por una de las columnas que sube haciendo la cruz en el horizonte, cada una de estas cubiertas responde al uso que alberga, capilla, la más alta, casa parroquial, la más baja. Por debajo de ellas, la capilla es un corredor abierto que se expande visual y funcionalmente hacia el patio. Así mismo el área social de la casa parroquial es otro corredor abierto donde convive el personal de la Diócesis de San Fernando de Apure. Estos dos corredores se relacionan con el patio de expansión que pasa a ser un espacio interno y externo a la vez limitado por una cerca de alambre que cierra la edificación.
En el caso de la capilla, su relación con el patio de grama es a través de una pared de lámina plástica acanalada con tres compuertas movibles que se abren manualmente formando toldos de protección para la lluvia.
En respuesta al clima
Son múltiples las consideraciones al clima. La cubierta, compuesta por un sandwich de lámina galvanizada con relleno de poliestireno expandido, protege del calor producido por la insolación reinante y hace posible la utilización del espacio aún en horas de mediodía. En tal sentido, la capilla está diseñada para tener un flujo constante de aire, por el efecto chimenea que hacen los huecos en la parte más alta de ambas cubiertas con las entradas de aire por las puertas ubicadas en niveles más bajos. Los aleros del techo, de aproximadamente 1,50 m, protegen el perímetro no solo de los rayos del sol sino también de las fuertes lluvias a que esta expuesta la edificación.
Hacia el patio de grama y en la entrada principal tenemos elementos tipo toldo de plástico acanalado traslúcido que resguardan el espacio interior de la capilla de la lluvia.
Colores y materiales
La edificación está totalmente concebida en colores neutros, desde la pureza del blanco con que está pintada la estructura metálica y el interior de la cubierta, hasta la sobriedad del altar negro de granito vaciado. El resto de los materiales se pasea por la gama completa de grises, como el piso de cemento pulido gris y el de cemento pulido blanco en la zona del altar, las paredes de bloque de cemento a la vista y la pared plástica de lámina acanalada traslúcida.
Esta neutralidad sirve de contexto al patio de grama con bloques de cemento y el vitral de colores que, con motivos religiosos y referencias autóctonas, da la vida al espacio.
Ficha Técnica
Proyecto y construcción Otaola Ingeniería, C.A.
Arquitectura: Arq. Frank Balbi Hansen
Estructura: Otaola Ingeniería, C.A.
Instalaciones, iluminación y supervisión de obra: Arq. Frank Balbi Hansen
Promoción: Asopica, A.C.
Donación: Otaola Ingeniería, C.A.
Imágenes virtuales: Arq. Frank García
Vitrales: Irene Saldeño
Proyecto: Julio 2007
Construcción: Noviembre 2007-marzo 2008
Área de construcción: 240 m2
Propietario: Arquidiócesis de San Fernando de Apure
Ubicación: Carretera San Fernando-Pto. Ayacucho, cruce con margen sur del río Capanaparo, La Macanilla, Estado Apure
Fotografías: Arq. Frank Balbi Hansen, Walter Otto
Proyecto participante en el XVI Bienal de Arquitectura de Quito 2008 y publicado en la revista entre rayas No. 74, meses julio-octubre 2008.
Primero que todo queria decir que ese edificio es el resultado de incapacidad en varios niveles: administrativa-gerencial, humana y profesional; me parece que el arquitecto nunca se pregunto: como se vive en el campo venezolano? cuales son los materiales tradicionales? yo me pregunto si el arquitecto ha vivido un invierno y un verano en los llanos venezolanos?
y que decir sobre las tecnicas constructivas? y relacion con el paisaje?; ese edf es la extension de las viviendas sociales inhumanas que entregaba INAVI; podrias construirlo en un barrio caraquenho y se adapta mas al paisaje.