El arte público, instrumento de espiritualidad ciudadana

El caso de la Esfera de Soto de Caracas

Los caraqueños hemos tenido la suerte de crecer, no sólo en la ciudad que quizás cuenta con el mejor clima del mundo, rodeados de una montaña que impetuosamente acompaña nuestra vitalidad, sino además, con el arte que comparte con nosotros desde que su integración al espacio se hacía experimentalmente como es el de reconocimiento universal la obra del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva, convirtiendo la Hacienda Ibarra donada por nuestro Libertador, en la Ciudad Universitaria, declarada por la UNESCO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD en el año 2000 y evidencia de cómo se integra lo divino con lo humano y la ciencia con el arte.

Así, acompañar a los padres a dar clases, cumplir de pequeños religiosamente con los domingos de las nubes acústicas de Alexander Calder; o, más tarde, estudiar bajo el reflejo de las luces del Vitral de Fernand Léger, nos hizo quizás casi indiferentes ante la magnificencia de todo aquello que iba complementando esa idea originaria, con el cinetismo tropical de la Fuente Escultura Hidráulica de Santos Michelena, los colores de Cruz Diez, el modernismo del Boulevard de Sabana Grande.

También hemos tenido la fortuna de haber generado en nuestro país, extraordinarios artistas, que, imbuidos del movimiento de nuestras aguas, playas y selvas, han mostrado al mundo la posibilidad cierta del movimiento a través de la imagen material, destacándose el Maestro Jesús Soto, con sus oleajes guayaneses regalados muchas veces a le experiencia urbana.

Maestro Jesus Soto, pionero del Arte Cinético en el espacio público — Esfera “LUTÉTIA”, París

En la Autopista Francisco Fajardo, a nivel del Distribuidor La Carlota, fue colocada en el año 1997 la obra denominada Esfera de Soto, Esfera Naranja o Esfera Caracas, que, el artista quiso nos despertara con su luminosidad y encendiera nuestras tardes de color.

Esfera de Soto iluminando a Caracas 2014

Esfera de Soto en el Distribuidor La Carlota

Ella, sin embargo, perdió su luz por un largo periodo (9 años), como consecuencia paradójicamente del vandalismo, del descuido e incluso del mal uso de los pasantes.

Esfera de Soto antes de ser rehabilitada

En el año 2006, ante el vacío de sus espacios y el aviso fúnebre que indicaba su destrucción, pero sobre todo, el vértigo de su inercia que nos acompañaba en nuestros trayectos, pusimos todo el esfuerzo en desarrollar para la misma un Proyecto para su recuperación.

Última entrega Inauguración de la Esfera de Soto

No se trataba sólo de restaurarla, mas bien de reencontrarla, reposicionarla en nuestros días y semanas, y hacerlo de la mejor forma. Fue así como, como presidente Fundadora de Pdvsa La Estancia, acompañada de un excelente grupo de profesionales, pero en especial de Luisa Díaz, la historiadora de nuestras artes, letras y música, y de la Fundación Soto, que conjuga el amor por su obra, de un grupo humano orgulloso de ser hijos del artista, con el de ser venezolanos; en el año 2014 entregamos a la ciudad, la obra Esfera de Soto, íntegramente rehabilitada, con nuevos elementos para valorizarla (su iluminación ecológica, su jardinería, su seguridad).

En el año 2014 entregamos a la ciudad, la obra Esfera de Soto, íntegramente rehabilitada

Con los años, fuimos incursionando en otros proyectos urbanos (el Complejo Urbanístico Artístico de Plaza Venezuela con que alberga obras icónicas de Santos Michelena, Carlos Cruz Diez, Alejandro Otero y Omar Carreño); el Boulevard de Sabana Grande y la integración de 28 piezas artísticas; el Mural Uracoa de Mateo Manaure de la Avenida Libertador; Los Patios Ornamentales de Burle Marx en el Parque del Este; el Gazebo del Calvario, entre otros), pero siempre, con la claridad de la necesidad del continuo mantenimiento de los bienes muebles e inmuebles rehabilitados.

La Esfera de Soto y su entorno, debe estar sometida a mantenimientos ordinarios pero también extraordinarios. Los primeros, a través de la limpieza profunda y la sustitución de las varillas desprendidas o flojas; y, el otro, mediante prácticamente, la reconstrucción de la misma, a la cual han de extraérseles en su totalidad sus piezas colgantes, para tensar uno a uno sus filamentos, revisarse la fatiga de sus estructuras de soporte, el estado de corrosión u oxidación de sus metales, la situación de capilaridad de las paredes de sus bases, de manera de asegurarse de sus propiedades físicas, mecánicas, químicas, su buena respuesta al movimiento, al estrés, a la presión, a los cambios de temperatura, a los ácidos, a la contaminación, ésto unido, a la revisión de sus luminarias, de sus jardines, de sus espacios circundantes. Y por supuesto, al trabajo cotidiano de limpieza, rastreo, riego.

Trabajo de Rehabilitación “In Situ” para lograr su visual 3D, adecuarla a la nueva conformacion del Distribuidor la Carlota.

Exactamente porque entendimos que de nada valía rehabilitar un espacio u objeto, sin diseñar y llevar a cabo su programa de mantenimiento, en un plazo de 8 años llevamos a cabo dos mantenimientos ordinarios y dos extraordinarios de la Esfera de Soto. Esta última además, para adecuarla a la nueva disposición del Distribuidor La Carlota, y lograr que de la misma se obtuviera una visión 360. En esta oportunidad, el trabajo realizado fue muy complejo desde el punto de vista de la ingeniería civil. Hubo que trasladar las estructuras de la Esfera hacia otro sitio del jardín, que requirió de su excavado, construcción de su zanja y reforzamiento. Se hizo también una labor de arqueología. Se desprendieron todas las varillas, se les clasificó según su forma, tamaño y características específicas, se les dio un número código y se hizo de cada una su respectiva réplica. Por supuesto, se trabajaron los tensores y filamentos, y se revisaron todos y cada uno de los materiales orgánicos e inorgánicos, así como, las propiedades de los mismos. Obviamente todo de la mano de la Fundación Soto y todo su extraordinario personal, quienes trascurrieron bajo el sol y los abatieres ambientales, horas y horas. Igualmente, las luminarias, terreno, jardines, etc., se revisaron y cuidaron. También como novedad, incorporamos un sistema de riego automatizado, una jardinería mas acorde con el espacio y las nuevas condiciones ambientales, y un área especial de ingreso únicamente para servicios.

El mantenimiento extraordinario del que les comento, se hizo in situ, ésto es, todos los pasos para la rehabilitación se quisieron realizar a la vista del transeúnte, justamente con la idea de convertir esa área constructiva, en un salón de clases al aire libre que enseñara sobre la necesidad del mantenimiento, y, por ende, del cuido.

Dicho todo ello, con el paso de los años, hemos visto con entusiasmo cómo la Esfera se ha convertido en un ícono para los caraqueños y nuestro pueblo todo. Incluso, cómo su brillo se convierte en el recuerdo colorido de nuestros venezolanos que tristemente escapan en la búsqueda del vivir viviendo. También, cómo la misma, se ha convertido en cómplice de enamorados y en telón de fondo de los momentos profundos de todos. Y cómo y ésto es extraordinario, despierta en los jóvenes el amor por el arte y el patrimonio. El fenómeno ha sido tan interesante, que, antes de que se convirtiera en una tesis sociológica universitaria, quisimos plasmarlo en nuestro articulo LA “ESFERA DE SOTO”. La “Utopía de lo Posible”.

Inauguración LA “ESFERA DE SOTO”. La “Utopía de lo Posible”.

Sin embargo, a lo largo de estos años de ausencia obligada, hemos ido notando cómo lo que comenzó como una anécdota hermosa, se ha ido desvirtuando, hasta dejar de ser un encuentro identitario, para pasar a ser una moda. Como tal, es visitada por quienes la sienten suya y la respetan, pero también, es abusada por quienes sólo la utilizan.

Hace poco supimos de la noticia de la prohibición de su visita. Ésto habría tenido sentido si hubiera sido coherente con el manejo de su tutela. Ante todo, cabe señalar, que la calle que fue abierta al lado de la obra, no tiene otro objetivo que el de ser de servicio, para lo cual además, debe llevarse a cabo tal acción.

No tenía como objetivo dicha vía, ni permitir el estacionamiento de visitantes, ni tampoco la colocación de caseta de vigilancia alguna. Esta última además compite con la obra, así como, lamentablemente, también lo hiciera la parte del puente construida que uniría al Parque del Este con el que se haría en La Carlota. No requiere una obra bien iluminada, que tiene impedido su acceso en la zanja que la circunda, inalcanzable a las personas, contar con la presencia permanente de policías, si la misma se mantiene en su mejor estado, pulcros sus alrededores y verdes sus jardines. Menos aún si a la calle de servicio se le usa efectivamente para tal y se le mantiene cerrada.

Si lo que se quería era que los caraqueños disfrutaran de esta obra que fue originalmente concebida para el disfrute desde el vehículo y una admiración rápida que genere además la idea de movimiento sin motor, lo cual, también es loable, porque el arte ha de adecuarse a los tiempos, mas aún aquel que se considera de avanzada, no era la anarquía lo que debía hacerse imperar, sino en todo caso, un sistema ordenado y digitalizado de visitas guiadas, que garantizara el mejor uso de los espacios.

Está mas que demostrado que el orden, la belleza, la limpieza, el mantenimiento, generan en el ciudadano una respuesta análoga, mas aún si se realiza un acompañamiento social participativo e integrativo de las acciones urbanas. Entonces, si la Esfera no tiene mantenimiento (ni ordinario ni extraordinario, el cual, habría tenido que hacerse en el año 2017, al cumplirse 4 años del último), pretende vigilarse a través de la coacción, pero al mismo tiempo se permite su sobreuso además desordenado e indiscriminado, una medida aislada no traerá sino frustración.

Todos tenemos derecho a disfrutar de nuestro patrimonio, la propia Carta Constitucional así lo consagra, pero la carga del Estado es justamente la de promover su uso sustentable, a partir sobre todo del ejemplo de su mantenimiento. Nadie dolosamente quiere destrozar el ícono de lo posible, pero no todos tienen la conciencia de lo que su sobreuso puede generar.

Hagamos mantenimiento de nuestro patrimonio. Curemos de él con la debida responsabilidad. Promovamos el espíritu de los ciudadanos a través del arte y la participación en su construcción y disfrute, para generar en una conducta cívica cotidiana. Dejemos de ese modo, que la Esfera siga moviéndose al ritmo de una ciudad que lucha por mantenerse en el presente y en el futuro de todos, y que las generaciones futuras puedan también equitativamente disfrutar.

Beatrice Sansó de Ramírez
Abog. SummaCumLaude. Doct. en Derecho. Prof. UCAB-UCV. NYU Cities and Urban Development. Pdte PDVSA La Estancia 8 años: Arte y espacio público, social, cultural.

Información tomada de:
https://medium.com/@beatrice_91993/el-arte-p%C3%BAblico-instrumento-de-espiritualidad-ciudadana-7338ef834b25