Visión sustentable del espacio

Hace algunos años las personas al viajar no consideraban utilizar infraestructuras cuya edificación o políticas de funcionamiento, estuviesen destinadas a la preservación del medio ambiente.

Sin embargo, un porcentaje creciente de los Baby Boomers, los Millenials y la Generación X; inspirados en el comportamiento de la poderosa Generación Z, han motivado una consciencia social destinada a privilegiar decisiones turísticas ecológicas, no sólo respecto del espacio natural a visitar y cuidar, sino además a elegir edificaciones o complejos creativamente integrados, desde su arquitectura e ingeniería, al medio ambiente donde son implantados.

La energía solar, la luz, el viento, el calor y el frío; las plantas, el agua, los colores y materiales autóctonos; son los principales elementos destinados a dar la base conceptual de los proyectos turísticos últimamente desarrollados en el Mundo, mientras la tendencia de los existentes, indistintamente de su antigüedad, es hacia la refacción de sus espacios eliminando los agentes contaminantes, mientras reducen el consumo innecesario de cualquier energía, demostrando a los usuarios que cualquier acción humana cotidiana, desde el uso del jabón, hasta el tiempo y volumen de agua para ducharse, deben sujetarse a un criterio sostenible de los recursos.

Confortabilidad ya no es sinónimo de exceso u ostentación. Al contrario, se refiere a una vida cada vez mas cómoda y en equilibrio integral por natural e intuitiva. Estamos entendiendo desde la Modernidad y la tecnología, las fórmulas de coexistencia de nuestros ancestros prehistóricos, nativos y originales; quienes desde una simpleza malinterpretada como “primitiva”, entendían los fenómenos naturales como sus aliados y guías para el vivir y no como molestias que deben ser mitigadas o controladas.

Paneles solares, reguladores del uso de la temperatura del agua y del aire acondicionado, aislantes inteligentes; cerramientos cuya conformación molecular se adapta a las condiciones del medio ambiente, a través de un funcionamiento basado en la memoria de protección de los extremos inconfortables de algunos agentes externos, regulando su impacto en la vida por transiciones químicamente naturales hacia las áreas internas.

Así formamos un concepto correcto de comodidad, mediante la eficiencia en el uso de los recursos, el respeto a nuestra Madre y la reducción considerable de las emisiones a los usuarios. La Naturaleza nos guía y enseña, no es al revés. Debemos controlar nuestro mito prometeico.

Hemos visto que cualquier lugar sea playa, montaña, campo, sabana, llanos, lagos e incluso lugares tan extremos como los polos, se desarrollan proyectos cuya lógica funcional y filosofía comercial se cimentan en el entorno y su protección; constituyendo actualmente gran parte del éxito del emprendimiento de cualquier edificación turística y hotelera en casi todo el Planeta.

Los consumidores admiten reflexivamente la necesidad del uso racional de los recursos y aplauden todo tipo de tecnología e inventiva dirigida a crear espacios interactivos, inteligentes, estética y operativamente viables para coexistir y esto es actualmente una política exitosa de empresa.
El usuario o consumidor marca su tendencia a desechar lo artificioso y sobrecargado; por la sensación abrumadora de recuperar la naturalidad de los espacios.

En virtud de ello, ciudades como Viena, Zúrich, Múnich, Vancouver, Copenhague, Auckland, Ginebra, Dusseldorf, Frankfurt; marcan la pauta en todos los sentidos, estableciendo claras reglamentaciones que vienen reforzadas por las exigencias de los usuarios que son el futuro de la Humanidad.

Así encontramos proyectos como The Crown Plaza Towers en Dinamarca, Deintree Eco Lodge en Australia, Chumbe Island Coral Park en Tanzania, Stratton Hotel en Inglaterra, Gaipa Napa Hotel en California; como ejemplos de infraestructuras turísticas cuya visión, operatividad y comercialización versa sobre la ecología.


The Crown Plaza Towers en Dinamarca
Tomada de
https://www.booking.com/hotel/dk/crowne-plaza-copenhagen-towers.es.html


Deintree Eco Lodge en Australia
Tomada de
https://www.ecotourism.org.au/news/daintree-ecolodge-and-spa-achieves-advanced-ecotourism-and-climate-action-business-certification/

Chumbe Island Coral Park en Tanzania
Tomada de
https://www.mangoafricansafaris.com/gallery/chumbe-island-coral-park-zanzibar-tanzania/chumbe-island-coral-park-zanzibar-tanzania

Asimismo, encontramos hoteles que han logrado integrarse a áreas muy vírgenes, interpretando asertivamente el entorno, la imaginación de los usuarios y la conservación de la naturaleza que les da sustento; operando en santuarios sin invadirlos. Tal es el caso de: Hotel Salto Chico en Chile, Jasper Park Lodge en Canadá, Hotel Le Ville Relais en Italia, Hotel Norfolk en Kenia, Hotel Rosleange Manor en Irlanda, Posada la Cigala en Los Roques Venezuela, Parador de Cangas de Onis en España, Alm y Wellness Hotel en Alemania y así se convertirá la naturalidad ecológica en funcionalidad necesaria y preferida por los clientes. No será mas un asunto de marketing o moda; sino de supervivencia.

La creatividad de nuestros arquitectos e ingenieros los llevará a un punto donde parte de su formación no sólo será técnica y artística, para ejecutar obras por las cuales ser recordados. Deberán moverse guiados, rendidos a lo natural, con una visión que no enseñan en las universidades y mucho menos es práctica de la sociedad contemporánea. Se trata de asimilar los conocimientos formales, con el mensaje que Dios colocó en nuestra consciencia y muchas veces desoímos, encontrando ese diseño creativo que no debe estar destinado a dejar huella como solemos creer, sino precisamente a ser percibido como un elemento útil, pero invisible y sin consecuencias.

Información suministrada por:
Cesar Simón Garcia Urbano
cesarsgu@gmail.com